Me fui al cine con El Hombre Impermeable a ver “Sucker Punch”, título que de acuerdo a mi traductor mental equivale más o menos a “Si succionas te pego”. La protagonista es una rubia menuda que porta un atuendo como el de Quico, pero en estilo femenino. Su nombre es “Baby Doll”, apodo que en español sería algo así como “¡Mijita, pero qué mini falda tan corta es esa que llevas!”. Baby Doll es sin duda una chica iPod porque…
le pones música y la fiesta solo ocurre en su cabeza mientras el resto de la humanidad se queda fuera.
Un poco de contexto: Baby Doll está recluida en un siquiátrico -¡como no podía ser de otra manera!- y sus amigas, con quienes prepara una coreografía, le piden que baile. La música suena, ella cierra sus ojos y baila…dentro de su cabeza.
Las amigas de Baby Doll y el celador del siquiátrico, quien también tiene problemas organizativos en su ‘azotea’, quedan conmovidos con el baile. Lo que llama la atención es que ella ni ha movido un dedo, lo que la convierte en una chica iPod sin ningún talento psicomotriz.
Lo que me preocupa de esta película es que haya chicas que imiten a Baby Doll. Una de las consecuencias es que cuando sus chambelanes en la fiesta de 15 les pidan bailar una pieza, ellas cierren los ojos, se queden paradas en medio de la pista durante todo el vals y luego les digan contentas “¿te gustó?”
Hasta una próxima película,
E.M.A.
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