Por ejemplo, El Hombre Anecdótico es aquel que te explica, mediante una lista detallada, la enorme variedad de gérmenes y seres microscópico-horripilantes que se alojan en la tibia grasa de los tubos del bus. Fundamentará de manera científica este fenómeno mientras hace un curiosísimo ejercicio de equilibrismo para no tocar con la piel viva de las manos dicho tubo, ¡faltaba más! Su enciclopédico conocimiento alimentará la recia actitud necesaria para soportar una aparatosa caída en el piso del bus, antes que siquiera rozar esa especie de margarina colectiva que recubre las superficies de las agarraderas del transporte público.

El Hombre Anecdótico tiene la formidable capacidad de contarte la historia de las estatuas que podrás encontrar por aquí y por allá en la Ciudad Primavera. Te dirá “Y este señor, cuya gran cabeza de bronce descansa sobre este egregio pedestal de cemento, fue en la década del cincuenta ministro de malezas tropicales, en los setentas inspector de laringes irritadas, y coronó sus servicios para la nación entregándole el pecho a las balas en una sangrienta batalla que ahora decora los libros escolares para los niños más pequeños e impresionables”.

Si sales con el Hombre Anecdótico para una cena romántica te describirá las constelaciones, te hablará de lo linda que es la vida en Fobos, aquella acogedora luna de Marte en la que es posible construir un futuro mejor junto para los tuyos cuando, eventualmente, eso sí, ya se disponga en esos alejados parajes del sistema solar de electricidad, agua e internet.

El Hombre Anecdótico te narrará la forma en que su torrentoso y detallado conocimiento sirvió para definir importantísimas negociaciones de carácter geopolítico en las que se decidió el conflicto limítrofe entre dos países, dando como resultado que uno de los países quedo chiquito, pero tan chiquito que sólo había suficiente territorio como para albergar en su ciudad capital a tres personas, incluido el señor Presidente de la República y su edecán (un poco más y no quedaba espacio habitable para la esposa del señor Presidente de la República).

¡Vaya que El Hombre Anecdótico está lleno de historias memorables!, algunas que serán objeto del siguiente post acerca de él. Paz para todos los lectores de este blog.

Hasta muy pronto!

E.M.A.