Esta idea, desprovista de los signos de interrogación, la leí en la parte posterior de un taxi anoche cuando regresaba de una parranda en la “disco” del barrio. Tras dejar en su casa a Margarita “La Chica Intermitente”, quien no paraba de hablar de ese chico que conoció y no sabía si realmente le gustaba o no le gustaba (etc.), me puse a pensar acerca de semejante enunciado.
¿Tiene algún sentido usar la próxima relación para olvidar y vengarse del ex? El olvido y la sanación de las heridas sólo se consigue con tiempo, mucho tiempo. Podemos tratar de superponer un nuevo amor a uno que se rompió, pero el resultado será el equivalente a barrer debajo de la alfombra.
Respecto de usar a terceros para desquitarse de algún novi@ que te hizo sufrir, es una estrategia que pasa su factura pues para agredir a alguien necesariamente tienes que agredirte a ti mism@ primero. ¿Por qué? En esos casos nos convertimos en el medio, el instrumento para gestar y expresar la agresión, el cañón por donde sale la bala.
En cualquier caso, debemos amar para celebrar el presente y aún tenemos un corazón que late, no por otros, fantasmas y revanchas inútiles que nos amarran al pasado.
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